miércoles, 17 de abril de 2013

"¿Por qué filosofía...?"

Todo gran sueño empieza con una gran pregunta. Siempre he creído en esta máxima y es la que a mi juicio ha movido el mundo occidental moderno. Si alguien no hubiera creído que podríamos volar como los pájaros, jamás habríamos inventado el avión; y del mismo modo si alguien no hubiera pensado en tocar el cielo con las manos, no haríamos rascacielos cada vez más altos. 

La filosofía está en todas partes...
Pienso que la mente humana es curiosa por naturaleza, siempre quiere saber más. El problema viene cuando vemos que no es tan fácil alcanzar el conocimiento puro de las cosas. Tenemos tanta contaminación en nuestra cabeza que nos creemos que el remedio es la propia enfermedad.  Desde pequeños hemos repetido como loros que los grandes filósofos son Sócrates, Aristóteles, Tomás de Aquino, Kant, Nietzsche y Ortega y Gasset. 

Nos hemos quedado estancados en la vieja creencia de que la filosofía ha muerto hace mucho, que nadie quiere plantearse por qué, sino saber cómo superar aquello que nos sucede.

Las grandes teorías del conocimiento y de por qué somos como somos vienen de pequeños locos que se convirtieron en grandes pensadores (no puedo evitar pensar en el gran José Luis Sampedro por hablar de alguien de actualidad). No queremos "comernos la cabeza" con algo si no tenemos la absoluta certeza de que con ello vamos a cambiar algo. El ser humano es así, desde mi punto de vista, si algo no resulta de utilidad a corto plazo lo desecha o al menos no le da tanta importancia. 

¿Hasta qué punto de "pasotismo" hemos llegado como para pensar que algo que ha perdurado durante miles de años podemos ahora borrar como una mota de polvo que se acumula en nuestra mesa? No le restemos mérito a personas como Deleuze, Nancy, Naomi Klein, Walter Benjamin, Rancière (por decir una mínima parte...) que tuvieron una curiosidad y por ella dieron todo de sí mismos. "La filosofía no es un medio, es un fin en sí mismo y por ello se ha de considerar la ciencia más importante".


domingo, 7 de abril de 2013

"La enfermedad del siglo XXI..."

"Las redes sociales son como un virus, se propagan y se reproducen, viven y matan..." Esto es algo que siempre he pensado en mi interior, pero que por distintas razones me niego a aceptar. Me atrae y me repelen las redes sociales por igual, me recuerda la idea de lo Sublime en filosofía. Asomarse al precipio y quedarse maravillado y petrificado a la vez.

Google +, Twitter, Questionity, Facebook... y una larga lista de redes sociales se han introducido en nuestras vidas marcando cómo tenemos que actuar y cómo tenemos que pensar. Estoy de acuerdo en que "si no te gusta lo que ves, no estés aquí" pero aún así, creo que está sucediendo lo mismo que puse en mi entrada de ayer: "Homo homini lupus", nos estamos despersonalizando poco a poco. Somos una dirección web, una foto y una descripción. Las relaciones sociales han dado paso a enlaces web y a insultos gratuitos entre algunos que rozan lo absurdo.

¿Dónde está el límite? ¿Cómo hemos llegado a querer más a una ficción que a los seres de carne y hueso? Yo siento que cada vez estoy más y más enganchado a esas ficciones, ¿debería estar preocupado? Es verdad que hay mucha tontería como ya he dicho pero igualmente gente que no tiene voz ni voto por suerte se hace escuchar (obviamente no iba a ser todo malo aquí) y sus palabras calan hondo en la conciencia de los demás.

Para estas cosas sí que está bien tener amigos virtuales pero no nos olvidemos que su virtualidad es sólo una máscara y lo que realmente cuenta es la persona detrás de ella. Probablemente nunca lleguemos a conocer a la persona detrás del "twit"; pero mi verdadera preocupación es que ni siquiera queremos hacerlo. Nos conformamos con saber que hay alguien que piensa como nosotros, y tiene las mismas dudas e inquietudes políticas, filosóficas o incluso futboleras. La globalización no es más que ver en una pantalla lo que ya sabíamos: "somos seres humanos", y sin embargo esa es nuestra mayor debilidad. 

¿Crees que exagero o realmente la situación se está volviendo insostenible? Espero tus comentarios!

sábado, 6 de abril de 2013

"En nombre de la paz..."

Hoy se cumplen 10 años de un asesinato. 

Los tanques avanzan por Bagdad al ritmo que marcan las balas perdidas, mirando a un lado y a otro. Quieren ser héroes sin llevar una máscara, una capa o salir en un cómic ochentero; sin embargo hay gente dispuesta a arriesgar su vida por la defensa de la información. Se les llama villanos desde el otro lado del charco, entre seres humanos los llamamos periodistas de guerra. 

Su función es mostrar al mundo entero lo que sólo unos cientos ven atemorizados desde sus casas en ruinas, asediadas por el constante enfrentamiento entre la locura y la pasión. Uno quiere lo que el otro tiene y así es como nace la idea de enemigo del país. "Dame el dinero del almuerzo y no te irás con un ojo morado" a gran escala... sin ojos. Las lágrimas tiñen de tristeza las calles desiertas.

En un balcón del hotel Palestina, un "intruso" graba en su cámara cómo los tanques destrozan sueños, ilusiones, vidas... Nuestro amigo queda petrificado por la macabra escena pero sigue grabando y de pronto, un gran estruendo le quita esa imagen de la cabeza. Acaba de ser alcanzado por los "defensores de la democracia" en nombre de la paz. Parece ser que no debía grabar el sufrimiento ajeno, pero eso sí, la "victoria de la democracia" saldría en todos los medios de comunicación del mundo. 

Su batería dejó de funcionar y con ella, la verdadera cara de la guerra, la que no tiene vencedores ni vencidos, sólo muertos y vivos (e incluso entre estos, hay muertos). 10 años después la gente ha olvidado que hubo alguien que luchó y fue asesinado por lo que defendía: la libertad para poder mostrar lo que no se quiere mostrar.

Descanse en paz, José Couso

 

"Homo homini lupus..."

Como cada viernes, me siento ante la televisión e intento disfrutar de la probable bazofia que introduzcan en mi cabeza. Sin embargo, hay veces en que me llevo agradables sorpresas y ahora todos los viernes a las 10 y media de la noche veo Discovery Max y el gran programa de Derren Brown y sus "experimentos".

No pretendo hacer publicidad ni mucho menos, pero sí me gusta compartir con los demás un poco de cultura general y ayer en vez de ver cómo discuten dos "famosillos" o que una presentadora se despelote delante de toda España, me dediqué a ver de qué es capaz el hombre cuando está despersonificado. ¿Cómo actuamos cuando sabemos que lo hacemos anónimamente y que nadie nos puede juzgar por ello?

Me quedaba petrificado al ver cómo unas doscientas personas que había en su programa, si se les daba una máscara blanca igual para todos, su actitud cambiaba. Derren les daba la capacidad de elegir qué le iba a suceder a una persona en concreto que no sabía nada al respecto pero sus amigos sí. Este experimento llamado "Remote Control" pretende mostrar lo cruel que puede llegar a ser el ser humano cuando sabe que va a salir impune de sus actuaciones. Si hacemos algo en masa, parece ser que nos sentimos más protegidos y escudados por el propio grupo. 

Por un lado les daba a elegir una opción buena y por otro lado una opción mala a los espectadores y su elección era llevada a cabo por actores que cumplirían este papel a la perfección. Si había una gran mayoría que quisiera que un actor le tirase un vaso con agua en la camisa de la víctima, este actor lo haría. Los resultados de este experimento son sorprendentes. Creo que no dice nada que no supiéramos: "el hombre es un lobo para el hombre"; pero de vez en cuando creo que hemos llegado a un punto tan extremo de "disfrute con el mal ajeno" que nos olvidamos que pertenecemos a la misma especie y que la vida es una constante "acción/reacción". Seamos humanos por una vez y dejemos de comportarnos como animales.

Por desgracia no encuentro el enlace en español, os lo dejo aquí en inglés. Creo que se entiende lo que pretende hacer y no hace falta subtítulos. Espero comentarios y opiniones! ¿Harías daño a alguien sabiendo que formas parte de un grupo o te mantendrías fiel a tus principios?