miércoles, 11 de diciembre de 2013

"Terapia rápida..."

Teclas frías, café caliente, corazón impío, mente llena, rebosante de ideas que besan el suelo que se ha acostumbrado a ser punto de apoyo.

Ya no sé ni cuánto tiempo hacía que no me pasaba por aquí a vomitar palabras. Mis dedos parecen ir con un ritmo aparte. Tenían ganas de movimiento, de sentir calor artificial, no humano… Si soy sincero no hay mucho que contar, hay muchísimo que cantar. He cambiado curiosidades que contar por historias que cantar. Mi cabeza se había olvidado de lo mucho que le gustaba someterse a una terapia rápida.
¿Quién no recuerda esto?
Ahora disfruto infinitamente más cuando canto que cuando escribo. Aquí no puedo ver a nadie. Le estoy escribiendo a la nada. Sólo hasta que el contador de visitas empieza a subir… o no. Indiferencia.
Antes decía que no me importaba. Chulo. Absurdo. Claro que me importaba, igual que me importa ahora. Pero el cambio es que disfruto con lo que hago. Yo. Sin más pronombres personales. Ayer se lo comentaba a una gran blogger y mejor persona:
-          Cuánto hacía que no te veía por aquí.

-          No tenía nada que contar… por eso me gusta escribir historias para mí misma.

Chapó. Bofetada en la cara al mundo. Vivan las historias al azar. No me dejé llevar por las letras, me dejé llevar por el sentimiento puesto en lo que leía. Cambio. Click. Pum. Plaf. Zas. Boff. Sonrisa. De eso se trata. Dejarse llevar por lo que tu corazón siente y no por lo que tu mente dicta. Disfrutar.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario