Ya no sé ni cuánto tiempo hacía que no me pasaba por aquí a
vomitar palabras. Mis dedos parecen ir con un ritmo aparte. Tenían ganas de
movimiento, de sentir calor artificial, no humano… Si soy sincero no hay mucho
que contar, hay muchísimo que cantar. He cambiado curiosidades que contar por
historias que cantar. Mi cabeza se había olvidado de lo mucho que le gustaba
someterse a una terapia rápida.
![]() |
¿Quién no recuerda esto? |
Ahora disfruto infinitamente más cuando canto que cuando
escribo. Aquí no puedo ver a nadie. Le estoy escribiendo a la nada. Sólo hasta
que el contador de visitas empieza a subir… o no. Indiferencia.
Antes decía que no me importaba. Chulo. Absurdo. Claro que me
importaba, igual que me importa ahora. Pero el cambio es que disfruto con lo
que hago. Yo. Sin más pronombres personales. Ayer se lo comentaba a una gran
blogger y mejor persona:
-
Cuánto hacía que no te veía por aquí.
-
No tenía nada que contar… por eso me gusta escribir
historias para mí misma.
Chapó. Bofetada en la cara al mundo. Vivan las historias al
azar. No me dejé llevar por las letras, me dejé llevar por el sentimiento
puesto en lo que leía. Cambio. Click. Pum. Plaf. Zas. Boff. Sonrisa. De eso se trata.
Dejarse llevar por lo que tu corazón siente y no por lo que tu mente dicta.
Disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario