EL RETRATO DE UN MONSTRUO
Lo que voy a escribir es una gran verdad, leerla no os va a cambiar la vida o tal vez sí, todo depende de si lo aceptáis o no. Eres un esclavo.
No hablo de ser un esclavo del sistema, de la economía, de la pobreza o de las drogas... cosas así no sorprenden a nadie ya. De la esclavitud que hablo yo es más cercana, tan íntegra y tangible a nosotros como es el respirar, que incluso nos mata poco a poco. Hablo del odio, de un odio que es "bionecrosocial" y lo denomino así porque el ser humano ha evolucionado en la corrupción, en el aborrecimiento a lo extraño, a lo desconocido. Es en esa evolución de nuestra estructura natural donde se nos ha colado el odio.
Este es un producto de la sociedad que como bestia impía ha devorado nuestros sueños de libertad dándonos las cadenas de la envidia y la mentira para llevarlas con nosotros, que como necios borregos, las pedíamos a gritos, incentivando este odio, haciendo cada vez mas profundo su reino. En este incentivar constante nos hemos fundido por entero con él... hemos sido nuestros propios ejecutores y si no me equivoco dentro de poco comprenderemos el porqué de mis afirmaciones (ojalá me equivoque).
Ahora, tenemos dos opciones: o agarrarnos a nuestro odio y luchar por ser los más oscuros hasta que nuestra humanidad sangrante muera y solo queden las bestias; o luchar en su contra, tomar la valentía que nuestros ancestros no tuvieron y asesinar el odio, destruir el odio que consume esta necrópolis que llamamos sociedad y pese a que todos los hombres esconden en su interior muchos demonios, hay algunos que somos más oscuros.
Sé que mucha gente no entenderá mis palabras, que pensarán que soy un sociópata o algo así, pero estoy harto del odio que destilan las calles del mundo, estoy cansado de personas que alzan los ojos implorando esperanza a un Dios apático y no miran a los que piden comida en el suelo, hipócritas hijos de puta que salen en las fotos, putos gobernantes gordos que hablan de sacrificio con la panza llena y a la mínima de cambio escupen al mendigo afirmando que es comida, presos de la envidia que corroe el alma como el viento las piedras. Estoy cansado de las personas mentirosas que vienen como los mejores amigos y en nada te clavan un cuchillo (tengo cuatro cicatrices en el cuerpo que lo demuestran y en mi corazón ya son cientas...), cansado de cerdos endogámicos que sólo piensan en su puta satisfacción y no en las consecuencias de su actos, estoy harto del mundo donde hay cien noticias de muertos por cada una de un acto solidario... puto morbo del ser humano.
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