sábado, 15 de diciembre de 2012

Dame una bofetada...

Lo que ha sucedido en EE.UU. y más concretamente en Newtown en el estado de Connecticut me sigue dejando perplejo. Si bien las informaciones en algunas ocasiones son contradictorias, hoy todo el mundo, sólo un día después de la tragedia, están de acuerdo en lo mismo: esto se podría haber evitado.Veremos a ver qué se dice dentro de dos días: nada.

La desesperación personificada
No voy a argumentar aquí una apología de la abolición del "derecho a tener armas", pero sí me gustaría reflexionar sobre por qué nos cuesta tanto a los europeos no quitar el ojo de la "caja tonta" y detenernos un segundo a pensar. Como siempre ha pasado en España, me imagino que habrá un 70% de personas que se declaren totalmente contrarias a toda la industria del ocio y el consumo norteamericano pero me atrevería a decir que esa animadversión en el 60% de los casos es totalmente injustificada y populista. Es más, si lo pensamos detenidamente vivimos en una sociedad norteamericana atrasada, esto es, nos hemos quedado estancados 40 años. Pero volvamos al tema que hoy nos jode.


La primera reacción a la noticia creo que es inevitable, es un suave y definitorio: "joder, menuda mierda..." y es a medida que se suceden los datos y seguimos insultando al cabrón responsable que nos damos cuenta de que hay cosas que se nos escapan al entendimiento, que hay cosas que no tienen una explicación lógica en algunos casos y que necesitamos más datos y saber más (el maldito morbo humano). Las horas se suceden y siguen llegando informaciones a este lado del charco, la cifra de víctimas baila con nosotros y nos vacila a cada minuto. Fotos, vídeos, reacciones de los máximos mandatarios mundiales... es todo un gran y terrorífico espectáculo audiovisual. De repente, vuelve todo a la "normalidad", una nueva noticia entra en nuestra cabeza, y nos volvemos a olvidar de lo que nos contaron. Lo que tendría que servir de base para hacernos pensar y replantearnos hacia dónde se está yendo este mundo aparentemente "civilizado" en el que vivimos pasa sin pena ni gloria ante nuestros ojos, nos quedamos perplejos por un instante, recuperándonos de la bofetada de realidad y volvemos al mundo que queremos ver y que se nos quiere mostrar. 

No importa la edad, todos sentimos lo mismo.
No sé vosotros, pero yo me detengo en cada momento que me sobrecogen,que me quedo sin respiración, que me dan una bofetada, asimilo datos y conceptos, busco información y es sólo cuando mi cabeza vuelve a ordenarse que retomo el ritmo diario de la vida. Hoy siento que sé algo más que ayer, y mi vida viene siendo bofetada tras bofetada desde hace unos cinco años. No os toméis esto como un imperativo al estilo: "debéis pensar, mentes inferiores..." esa no es mi intención. Sólo os expongo lo que yo siento que debo hacer en cada momento, y desde mi punto de vista, una masacre de niños en un país del primer mundo, o del decimonoveno, me da igual, debe hacernos parar en seco y echar el freno de mano antes de caer por el precipicio de la indiferencia.

Dejad que os den una bofetada de vez en cuando, pero no os quedéis mirando la marca de la bofetada sino la mano que os abofeteo.



2 comentarios:

  1. Señor mati, ahora, llegado a este punto, piensa en replantearte la siguiente cuestión, las personas se vuelven insensibles al dolor con el sufrimiento diario?? o es que, como pienso yo, siempre hemos sido así... Al igual que toda creencia establece una conducta, nuestra sombra está impregnada por la indiferencia con el resto de las personas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo pienso que es con el sufrimiento diario, porque yo no veo por ejemplo en todos los bebés (en algunos sí) conductas que te lleven a pensar en que son malvados. Me parece que nos estamos empezando a insensibilizar a este tipo de sucesos porque es cada vez más creciente la información sobre temas muy jodidos y sombríos como este y ya no hay un horario protegido, ahora en cualquier momento puedes ver como degollan a alguien en televisión o un caso reciente de suicidio en directo. Abrazooo!

      Eliminar