lunes, 24 de diciembre de 2012

Filosofía de la prioridad

Con tanta crisis, tanto agobio y tanta rabia contenida, es difícil encontrar estos días algo de paz y tranquilidad en nuestra cabeza. Esto no es ninguna novedad. El mundo se va a la mierda y nosotros nos hundimos con él. Estamos llegando a un punto en el que no hay vuelta atrás y estamos perdiendo nuestra parte más importante: nuestra esencia "descosificada".

Odio que suene todo tan poético, y en ocasiones artístico (por ponerle una etiqueta a esto); pero la realidad apremia. La necesidad de "socializar" y de ser aceptados por el mundo nos ha conducido a que seamos simples espectadores de nuestra personalidad y no los actores protagonistas. Asúmelo, no eres quien dices ser.


Sólo tú
A lo que quiero llegar con todo esto es a la simple conclusión de que somos lo que el "otro" quiere que seamos, no terminamos de ser nosotros que ya estamos volviendo a cambiar por miedo a no ser querido o a no ser "admirado". "Ten cuidado, al final te terminará matando" me dijo esta noche una de esas amigas que se preocupa por los demás hasta cierto punto sin olvidarse de la persona más importante (por si os interesa quién es pinchad aquí). No se equivoca al promover lo que yo he denominado la "filosofía de la prioridad". Muy rápido y para toda la familia: TÚ eres lo más importante en este mundo.

Ya lo sé, estarás pensando: "otra vez una utopía de vivir sin sociedad ni reglas de belleza ni mierdas socio-estético-políticas". No hablo de vivir sin los demás, hablo de vivir para mí y por mí. Una suerte de auto-afirmación de que la persona que eres no debe nunca desaparecer para dejar paso a lo que la gente quiere que seas. Una persona divertida, agradable, atractiva.. eso sólo existe en las películas y las fotos de modelos que con suerte no estarán retocadas con Photoshop. Tienes tus defectos, tu michelín de más, tu dentadura que no es perfecta, tu pelo que puede no ser el de los anuncios de champú... y un largo etcétera, ¿y qué? ¿acaso pensaste por un segundo que existía la perfección? Yo por mi parte, lo dudo.


Inventate cada día, asómbrate en cada momento
Permitidme el lujo de "tomar prestada" una idea del filósofo francés Jean-Luc Nancy. Al igual que él hablaba del "vestigio del arte, de su resto"; yo me siento que soy un "resto", un vestigio de lo que soy en realidad. Tengo que volverme a encontrar, y en ese ejercicio de reflexión me vuelvo a inventar. Creo que es algo tan bello y aterrador a la vez que merece la pena intentarlo. No seamos restos de lo que quieren que seamos, yo al menos no lo seré. He aprendido a la fuerza que preocuparme por los demás no me cambia, me hace esclavo de sus deseos y me ha hecho olvidarme de que la importancia de las personas no reside en el envoltorio sino en que soy YO el que prueba el caramelo que este envuelve. Hasta pronto, público hermoso...

Sacha Guitry ( director francés): ¡Dios mío, qué guapa estabas esta tarde cuando hablamos por teléfono!



6 comentarios:

  1. Me ha encantado la entrada y me alegro que mis palabras de anoche te inspirasen para esta entrada! pura poesía! ^^

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    1. las mejores conversaciones nacen de tomar "lo de siempre" en una cafetería madrileña! :D :D :D

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  2. Estoy de acuerdo en que la estética social nos esclaviza. La cultura del cuerpo nos merma mentalmente y nos hace ser simples números con músculos, operaciones, ropa, billeteras, ilusiones y desilusiones que son impuestos por los demás. Crean los muros de nuestra prisión y obedecemos a los gustos de la mayoría, o de minorías pero siempre los gustos de algo o alguien. Sentirse fracasado por no cumplir las expectativas de los demás sigue siendo otra columna fundamental que soporta la estética social y que apoyamos inconscientemente.

    Hace poco, en una reunión con mis amigos me preguntaron: ahora en serio...¿para qué sirve la filosofía? Y yo les dije en plan Marsá: para nada! ¡La filosofía no sirve para nada porque no es la sirvienta de nadie! Perplejos que se quedaron, dijeron: ¿y por qué estudias algo que no sirve para nada? A lo que les volví a responder ahora en términos de Rovira: porque es lo más valioso.

    No contentos con mis respuestas cambiaron de tema pero yo me sentí genial. No cumplí con el estereotipo de la carrera perfecta para el trabajo perfecto y el sueldo perfecto y la felicidad perfecta. Me afirmé y cumplí conmigo mismo, obedecí a mi forma de ser y me sentí orgulloso de no ser comprendido ni admirado. Por eso, me ha gustado la cuestión planteada que has hecho en esta entrada. Sin embargo, me gustaría decirte que todo tiene un riesgo. Y en este caso es el pensamiento solipsista que desemboca inevitablemente en el egoísmo radical. Y si, alguna vez se ha planteado la cuestión de que el ser humano es un animal social y a la vez antisocial. Sin embargo creo que se puede ser de ambas maneras siempre y cuando guardes lealtad hacia ti defendiéndote de todos los ataques que puedas recibir desde fuera y a la vez no olvidarte del mundo más allá de tus muros. Creo que ese equilibrio es muy dificil pero a la vez es lo más sano. Esta es mi absurda opinión. Feliz Navidad Matías!

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    1. jejejej, qué gran verdad de que nuestra carrera es la "más inútil y por ello la más valiosa"; y es verdad que esto puede llevar a una conducta egoísta y en último extremo narcisista, pero lo veo como algo necesario el parar por un segundo el mundo, y decir alto y claro que no somos esclavos de la sociedad, somos seres sociales pero en ningún caso "seres de la sociedad". Feliz navidad tío! y mil gracias por tu comentario, como siempre, un torrente de emociones expresados en unas líneas, BRAVO!

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  3. Se nota que esto lo ha escrito un feo.

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    1. Yo aún diría más: Se nota que esto lo ha escrito un feo.

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